Justo cuando las autoridades de Estados Unidos decidieron poner fin a la neutralidad de internet, estos dos gigantes anunciaron su unión. Los posibles afectados: los pequeños productores y las plataformas de video en línea, así como los usuarios.

El espacio de “El negocio de la semana” que habitualmente acompaña esta sección en la parte superior de la página impresa ha cambiado en esta edición por un artículo completo. La compra de Fox por parte de Disney, de concretarse, se convertiría en uno de los negocios del año. Incluso, de la década.

Se trata de una transacción por US$52.400 millones que sacudiría el panorama de los contenidos audiovisuales de entretenimiento y deportivos, al crear el propietario de estudios más grande, con más de un tercio del mercado, de acuerdo con Bloomberg. Ese medio de comunicación lo ha llamado el “Walmart de Hollywood”.

Ser fuertes en línea

Disney, dueña de millonarios negocios como Pixar, parques de diversiones y resorts y cadenas como ESPN, se quedaría con productos como Avatar -la película más taquillera de la historia- y la original de Star Wars; programas como Los Simpson y series como Modern Family y How I met your mother; canales como National Geographic, y aumentaría su participación en el servicio de video por suscripción Hulu.

Precisamente el negocio se ha visto como una estrategia de Disney, que ya es fuerte en producción de contenidos, para fortalecer su presencia en la distribución en línea. La compañía creadora de Mickey Mouse ya había anunciado sus planes para crear su propia plataforma y lanzarla en 2019. Como dice la revista Wired esta semana: “Piénselo: si Disney tiene acceso a sus inversiones actuales -de por sí una cantidad asombrosa de televisión y películas-, sumado a las películas de Fox y sus producciones de televisión, hablamos de una cantidad demente de contenido”.

TV paga, al fin y al cabo

Podría sonar paradójico, pues, al fin y al cabo, Disney estaría invirtiendo en contenido de la televisión por suscripción. De acuerdo con Bloomberg, los distribuidores de TV paga ya consideran a Disney “imposible de abandonar”, según le dijo al medio de comunicación Rich Greenfield, analista de BTIG. “Sumar los canales de deportes regionales y FX daría a Disney un poder aún mayor sobre las compañías de TV paga y los nuevos distribuidores online tendrían más dificultades para despegar”, agregó el analista a Bloomberg.

Es decir, está creando un contenido indispensable para ese tipo de compañías, al tiempo que le “monta” una competencia con su propia plataforma de video en línea.

Sin neutralidad de red

El anuncio de la compra se da en medio de la coyuntura del fin de la neutralidad de red en Estados Unidos, cuya Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) revocó el jueves pasado el principio según el cual las empresas prestadoras del servicio de internet no pueden privilegiar el flujo de un contenido sobre otro: por ejemplo, que Netflix no “corra” más rápido que Youtube.

Pese a que podría verse como una coincidencia muy particular, incluso como hechos aislados, la fusión Disney-Fox y el fin de la neutralidad de la red “en conjunto pueden tener un efecto”, afirma Juan Diego Castañeda, investigador de la Fundación Karisma, una organización de la sociedad civil que en Colombia se encarga de monitorear derechos humanos en entornos digitales.

No tener neutralidad de red “significaría que un gigante como Disney puede hacer un acuerdo con otro gigante como Verizon o Comcast (operadores de red) para ofrecer sus contenidos de forma preferencial, lo que significaría que eso podría aumentar el monopolio y la preferencia de las personas por el contenido de Disney. Salirse de esas facilidades, de lo que ya nos ofrecen con mayores ventajas, implicaría tomar una decisión consciente e incluso costos”, explica Castañeda. La situación se complica, sin embargo, al meter en la ecuación el hecho de que los operadores de red tienen también sus propias plataformas de streaming. ¿A quién privilegiarían entonces?

Para Carlos Cortés, asesor en regulación en internet y libertad de expresión, la FCC tomó su decisión teniendo en cuenta que los problemas de competencia que puedan surgir tras la revocatoria de la neutralidad de red los asumirá la comisión encargada de proteger al consumidor. Sin embargo, señala, ese tipo de control comercial casi siempre es posterior a los acuerdos anticompetitivos que pueden tener efectos sobre el mercado. Es decir, el control puede llegar cuando el daño ya está hecho.

Los problemas de la concentración

Que nazca el Walmart del contenido audiovisual puede tener varios efectos, incluso sobre lo que los colombianos consumimos a través de la televisión por suscripción.

Ómar Rincón, crítico de televisión y director del Centro de Estudios en Periodismo de la Universidad de los Andes, señala que un punto para tener en cuenta frente a esta movida empresarial es que se pueden afectar “la creatividad y la experimentación, porque cuando una empresa es monopólica no tiene por qué experimentar porque el negocio está asegurado. Una de las características del monopolio es que no se tiene que hacer mucho para que el negocio funcione, no hay por qué experimentar”.

En un sentido similar opina Carlos Cortés: “La concentración en cualquier sector tiene un problema para la competencia. Se necesita una especie de protección para que más gente pueda competir”. Además, “si no hay canales de salida para distribuir un contenido, o hay barreras muy grandes para hacerlo, pues hay un incentivo bajo para innovar o no se generan incentivos para meterse en el negocio”.

Lo que conserva Fox

El conglomerado del magnate Rupert Murdoch ha decidido conservar, entre otros, Fox News. “Fox está creando una firma más pequeña enfocada en las noticias y en mayor cantidad de eventos deportivos en vivo en Estados Unidos”, escribió la BBC. La pregunta es por el tiempo político, pues la línea editorial de esa cadena, se sabe, es simpatizante del Partido Republicano, la colectividad del presidente Donald Trump y de los comisionados que votaron a favor de terminar con la neutralidad de red.

Según el periódico The Guardian, los analistas han visto esta decisión como una estrategia para combinar el negocio de noticias y deportes que conserva Fox con News Corporation, que tiene medios como The Sun y Wall Street Journal, entre otros. News Corp. quedó como una compañía aparte en 2013 a raíz del escándalo de hackeo telefónico, para historias periodísticas, en el que se vio envuelta la publicación del grupo News of The World.

La evaluación está pendiente

Lo que tiene por delante esta fusión no es menor: la evaluación por parte de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos y Reino Unido. “Determinar si el control sobre todo ese contenido podría dar a Disney la capacidad de perjudicar a otros rivales será una cuestión clave para el Departamento de Justicia, que acaba de impugnar legalmente la proyectada compra de Time Warner Inc. por parte de AT&T, un caso basado en la preocupación de que el gigante telefónico fuera propietario de la programación de la compañía de medios”, explica Bloomberg.

En efecto, la adquisición reuniría a cerca del 40 % de la taquilla estadounidense -el mercado más grande- y un nivel similar en el Reino Unido, de acuerdo con The Guardian. Por ahora, lo cierto es que el presidente Donald Trump felicitó a Rupert Murdoch por el acuerdo de venta, pues el primer mandatario de Estados Unidos lo ve como una oportunidad para la generación de empleo.

De no lograr la aprobación de los entes competentes, reporta Bloomberg, Disney tendrá que pagarle a Fox una comisión de US$2.500 millones. En caso de que alguna de las dos partes se retire del trato, la suma de por medio es de $1.530 millones. Pero si se logra concretar la venta, Rupert Murdoch sumará US$2.000 millones a su fortuna de US$13.800 millones.

Medio: El Espectador

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